Homenaje Marcela Arteaga

Sus símbolos: la edad temprana, el fuego, la imagen, el espejo, el éxodo, los recuerdos y la memoria, que dan forma la presente e impulso al futuro.

Su vocación: una contadora de historias. La voz de las víctimas, la raíz de quienes tienen que moverse.

La formación de Marcela Arteaga se dio en una de las escuelas más antiguas y prestigiadas de cine de América Latina, Centro de Capacitación Cinematográfica, conocido como el CCC. A su paso, vieron la luz cortometrajes como “La fábrica” o “Alicia”.

Una vida artística marcada por las cosas sencillas, pero llenas de significado. Su pantalla las refleja.

Fue a inicios de la década de los noventa, que creó “Un sandwich”, corto en el que un hombre ve pasar su vida mientras se prepara justamente este alimento.

En 1995, con personalidades del cine y la actuación como Lumi Cavazos y Elisa Miller, dirige “Del otro lado del mar”, cortometraje nominado al Ariel.

En él, un niño viaja hacia el mar para conocerlo. En el camino encuentra personajes que, como salidos de otra época, lo ayudan a seguir y a crecer.

Traducir las historias a través de la fuerza de la imagen ha sido la constante en el cine de Marcela Arteaga. Y con ello, el uso de objetos que traspasan la pantalla, que arden en sus propios significados. La guerra, la migración y la relevancia de la maleta de la memoria, han sido parte central.

En 2003, dio voz a las víctimas de la Guerra Civil española, con “Recuerdos”, un recorrido por una historia del siglo XX tomando como línea narrativa la vida de Luis Frank, emigrante lituano.

Revisitaría temas como la migración, la búsqueda, la libertad, la infancia, las memorias de personas que recorrieron el mundo en busca de un lugar al cual pertenecer, cuya vida fue hilada por rupturas.

Recibió el apoyo de la Rockefeller Foundation, obtuvo el Mayahuel a mejor película y el premio de la crítica FIPRESCI en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, entre otros, y fue nominado al Ariel.

Nuevamente, en 2019, propuso redimensionar en su justa posición a los recuerdos, y a los objetos que los evocan, formando así la esencia de las personas, con “El guardián de la memoria”, largometraje documental que da voz a las víctimas de la violencia durante el periodo de César Duarte en Chihuahua.

El hilo conductor es la labor de Carlos Spector, abogado que les ayuda a conseguir el asilo político en Estados Unidos, en una nueva forma de desplazamiento forzado.

Una composición audiovisual poética, delicadamente hermosa y terriblemente reveladora, donde la figura infantil nuevamente se hace presente, y también el fuego liberador, purificador. Los recuerdos vivos, en movimiento, como las personas.

Su estreno mundial se dio en el festival Hot Docs de Canadá, y en México ganó el premio a mejor documental en el Festival Internacional de Cine de Morelia y en DOCSmx. Como máximo reconocimiento, fue acreedor del Ariel a Mejor Largometraje Documental.

Marcela Arteaga además se ha entregado a formar a las nuevas generaciones de cineastas. Ha sido catedrática y directiva en su alma máter, así como en la Escuela Superior de Cine.

Marcela Arteaga, homenaje a la trayectoria Tamaulipas, en el Festival de Cine Mexicano Tamatán.

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