Homenaje Tamaulipas 2022

ROBERTO FIESCO
Homenaje Tamaulipas 2022

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24 / 10 / 2022
Staff Festival Tamatán

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Escribiendo, dirigiendo, produciendo, detrás de la cámara o frente a ella, Roberto Fiesco es un nombre esencial en el panorama del cine mexicano actual.

 

Como un guion, estaba escrito que el llamado séptimo arte lo encontrara a él. A muy temprana edad se apasionó por el cine mexicano con el ejemplo de su padre, un apasionado cinéfilo. El cortometraje, su formato preferido.

 

Nacido en Ciudad Madero, Tamaulipas, su formación se dio en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México, el CUEC, así como en la Escuela Nacional de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, la ENAT.

 

Ahí comenzó a escribir y dirigir sus primeros cortometrajes. También en esa institución conoció a quien sería uno de sus grandes amigos, Julián Hernández, con quien ha cosechado importantes triunfos a lo largo de su carrera. 

 

La labor artística lo fue llevando al área de la producción. La planeación, llenar contratos, hacer presupuestos, el acomodo de las piezas para que la obra sea una realidad, son funciones que se le dieron con naturalidad.

 

Así, en 1993 escribió y realizó sus primeros cortometrajes: “Caer” y “Actos impuros”. Además, le produjo a Julián Hernández diversos cortometrajes como “La sombra inútil de quien ha nacido para un solo destino”.

 

En el año 2000 escribió y dirigió su cortometraje “Arrobo”, mientras que a Julián Hernández le produjo los cortometrajes “Rubato lamentoso”, “Hubo un tiempo en que los sueños dieron paso a largas noches de insomnio…”, “La vida es tan hermosa aún ahora”, o “El dolor” en 2001, y “Los ríos de lluvias” en 2003.

 

Pero sería en 2003, cuando produjo el primer largometraje de Hernández, “Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor”, que les llevarían a los cuernos de la luna, al ganar el premio Teddy en el Festival de Cine de Berlín. Con un ritmo hipnótico, retrata la historia de un solitario joven que busca respuestas a la carta de despedida dejada por su amante efímero, Bruno. 

 

En 2004 produjo el corto “Es hora de recuperar” de Alejandro Lubezki, y en 2005 escribió y dirigió su cortometraje “David”, sobre un joven estudiante mudo que va de pinta al cine, y conoce a un hombre mayor desempleado, y la sorpresa les acompañará.

 

Posteriormente produjo “El cielo dividido”, segundo largometraje de Julián Hernández, en el 2006, y dos años después, “Rabioso sol, rabioso cielo”, tercer largometraje del mismo director.

 

En 2008 dirigió “Paloma”, cortometraje en el que junto a Julián Hernández en el guion hace un homenaje a la belleza y talento de la actriz Columba Domínguez, quien interpreta el papel de Paloma. 

 

Al año siguiente, la dupla repitió el éxito en Berlín, con “Rabioso sol, rabioso cielo”. Nuevamente Fiesco se alzó con el premio Teddy como productor.

 

Tras hacer suceder varios cortometrajes, en 2011 produjo “Asalto al cine”, de la directora Iria Gómez Concheiro, estrenada en el Festival de Cine de Sundance.

 

Pero sería a partir de 2013, cuando dirigió su primer largometraje, “Quebranto”, su carrera dio un giro para afianzarse en la dirección.

 

En este documental, el cineasta aborda la historia de Coral Bonelli, quien en su infancia se conocía como Fernando García, “Pinolito”, un exitoso niño actor en los años 70 al lado de figuras como Katy Jurado o Sara García, y doña Lilia Ortega, su madre, también actriz. Entre añoranzas, ambas narran cómo fue gozar de la fama y después perderla.

 

Esta conmovedora historia le valió ganar el premio Ariel a mejor documental, además de otros 15 premios nacionales e internacionales.

 

Después de esto, aunque siguió produciendo, su carrera como director repuntó. Y consolidó su maestría para realizar cortometrajes.

 

Vinieron títulos como “Estatuas” en 2013, en el que un discurso de develación se convierte en el espacio donde se manifiesta el descontento y los reclamos de una ciudad.

 

“Trémulo”, en 2015, que presenta un delicado encuentro entre un soldado y un empleado de una barbería.

 

En 2016 creó “Fisuras”, en el que dos madres esperan a que sus hijos, envueltos en un conflicto social, regresen a casa, y el documental “Club Amazonas” que evidencia la realidad de las personas migrantes LGBTTTI+ en la frontera sur de México.

 

En 2017 abordó el formato ese realidad virtual, al crear “Péplum” con el impulso del Festival Internacional de Cine Guanajuato.

 

Y “Photomatón” en 2018, en el que dos compañeros de trabajo en la construcción aprovechan un momento libre para entrar a una máquina de fotografía, fumar y compartir un momento extraordinario.

 

Además, ha acompañado a su amigo Julián Hernández en sus más recientes y taquilleros largometrajes, produciendo “Yo soy la felicidad de este mundo” en 2014, “Rencor tatuado” en 2018 y “La diosa del asfalto” en 2020.

 

Y los largometrajes “Las razones del corazón”, de Arturo Ripstein en 2011, “El silencio es bienvenido”, de Gabriela García Rivas en 2017, y la premiada “Asfixia”, de Kenya Marquez en 2018, entre otros.

 

En 2019 produjo y estrenó la serie “El juego de las llaves” para Amazon Prime.

 

La labor creativa de Roberto Fiesco es transversal y diversa. Lo mismo ha actuado en películas y series, que ha conducido programas de televisión, como “Cinema 20.1” de TV UNAM, de entrevistas con personalidades del séptimo arte, programas de radio, como “Cinesecuencias”, que se transmitió por Reactor 105.7 FM, o eventos especiales, como la entrega de los premios Ariel en 2020.

 

También se ha dedicado a la docencia, ha escrito diversos artículos sobre cine publicados en revistas especializadas, y los libros “Isela Vega, ¡Viva Vega!” y “Blanca Guerra, apuntes de guerra”, editados por la Universidad de Guadalajara.

 

Así como los cuadernillos “Apuntes para una historia sobre La barraca, de Roberto Gavaldón” y “Queta Lavat, perfecta segunda”, publicados por la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas, de la cual es miembro activo desde 2015.

 

Más que las etiquetas de productor, director, guionista o actor, a Roberto Fiesco lo define la pasión por las historias y por la imagen…

 

El ojo ávido que alguna vez conoció el cine en la infancia, es hoy el mismo ojo cuyo foco de atención está en los detalles de una puesta en escena… de un encuadre… en el guion… o el montaje.

 

Roberto Fiesco. Homenaje a la trayectoria Tamaulipas, en el Festival Tamatán.

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